Posada el tufo

En el pequeño comedor de la posada.
Un hombre de aspecto desalineado tiene una cerbeza que descanza en su mesa.
2 hombres delgados hablan con el cantinero.
Es un hombre gordo con un aspecto grasiento, pose una camasia blanca manchada con alguna comida ya deborada por alguien, y al menos que seas una de esas criaturas verdes seguramente lo estara lamentando.
Ha estos dos 2 hombes no les agradan los extrajeros, tristemente para ellos nunca veran tantos extranejeros por estos parajes como en estos dias.
Sin embargo al cantinero le encantan pues son sos unicos clientes en estos parajes desolados.
La puerta se abre todos voletan instantaneamente menos el extranjero que parece haberse quedado dormido
la luz del sol no deja bver que hay del otro lado de la puerta, aun asi el cantinero prolífero
Bienbenido al tufo!

"Gracias, buenos días" replicó el hombre de la puerta.

De aspecto desalineado y rasgos latinos, el delgado joven de la puerta entró a la posada y se sentó en una mesa, sin demostrar su interés por nada en particular. Los más habituales de la zona reconocían a este tipo de personas casi al instante - sin motivación aparente, sin destino fijo - y el cantinero no tardó mucho en susurrar "...mercenarios... esto no puede ser bueno".

Sin embargo no había nada para culpar al joven que había entrado. Callado, casi no llamaba la atención. Pero había algo en su presencia que inquietaba al cantinero.

Como si fuera una señal de mal agüero, una planta que se encontraba en la puerta parecía más decaída que de costumbre.

[edit] En el apuro no había leído que kazador había dicho que era de día, ahí lo corregí. Me costó discernir el contenido entre los errores de ortografía jajaja. [/edit]